sábado, 11 de febrero de 2017

Riesgos del alcohol, el tabaco y las drogas

Riesgos del alcohol

El alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta a la capacidad de autocontrol, produciendo inicialmente euforia y desinhibición, por lo que puede confundirse con un estimulante.
El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico, que tiene diferente concentración dependiendo de su proceso de elaboración.
Los efectos del alcohol dependen de diversos factores:
- La edad. Beber alcohol mientras el organismo todavía se encuentra madurando es especialmente nocivo.
- El peso. Afecta de modo más severo a las personas con menor masa corporal.
- El sexo. La tolerancia femenina es, en general, menor que la masculina.
- La cantidad y rapidez de la ingesta. A más alcohol en menos tiempo, mayor intoxicación.
- La ingestión simultánea de comida. El estómago lleno, sobre todo en alimentos grasos, dificulta la intoxicación.

Efectos psicológicos:
- Desinhibición
- Euforia
- Relajación
- Aumento de la sociabilidad
- Dificultades para hablar
- Dificultad para asociar ideas
- Descoordinación motora

Efectos fisiológicos:
- 0.5 gramos/litro de sangre: euforia, sobrevaloración de facultades y disminución de reflejos.
- 1 g/l: desinhibición y dificultades para hablar y coordinar movimientos.
- 1.5 g/l: embriaguez, con pérdida del control de las facultades superiores.
- 2 g/l: descoordinación del habla y de la marcha, y visión doble.
- 3 g/l: estado de apatía y somnolencia.
- 4 g/l: coma
- 5 g/l: muerte por parálisis de los centros respiratorios y vasomotor.


Riesgos y consecuencias.
Los problemas derivados del abuso de alcohol pueden producirse tanto a corto como a largo plazo.

A corto plazo (efectos agudos):
- Se puede llegar a la intoxicación etílica, que puede provocar un coma e incluso la muerte.
- Favorece conductas de riesgo, ya que el alcohol desinhibe y, además, provoca una falsa sensación de seguridad. Por ello, está relacionado con accidentes de tráfico y laborales o con prácticas sexuales de riesgo.

A largo plazo (efectos crónicos):
- Hipertensión arterial
- Gastritis
- Úlcera gastroduodenal
- Cirrosis hepática
- Cardiopatías
- Encefalopatías
- Cáncer
- Alteraciones del sueño
- Agresividad
- Depresión
- Disfunciones sexuales
- Deterioro cognitivo
- Demencia
- Psicosis

Riesgos del tabaco






El tabaco es una planta. Sus hojas se fuman, se mastican o se aspiran para experimentar una variedad de efectos.

  • El tabaco contiene el químico nicotina, que es una sustancia adictiva.
  • El humo del tabaco contiene más de 7000 químicos de los cuales se sabe que 69 causan cáncer.
  • El tabaco que no se quema se llama tabaco que no se fuma. Incluida la nicotina, existen 29 químicos en el tabaco que no se fuma que se sabe causan cáncer.

RIESGOS PARA LA SALUD DEL TABACO PARA FUMAR Y DEL TABACO QUE NO SE FUMA

Conocer los riesgos serios para la salud por el uso del tabaco puede ayudar a motivarlo a dejar el hábito. Usar el tabaco durante un período tiempo puede incrementar el riesgo de muchos problemas de salud.
Problemas cardiovasculares:
  • Coágulos sanguíneos y debilitamiento de las paredes de los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que puede llevar a tener un accidente cerebrovascular
  • Coágulos sanguíneos en las piernas, que pueden viajar a los pulmones
  • Arteriopatía coronaria, que incluye angina y ataques cardíacos
  • Hipertensión arterial temporal después de fumar
  • Riego sanguíneo deficiente a las piernas
  • Problemas con las erecciones debido a la disminución del flujo sanguíneo al pene

Otros problemas o riesgos para la salud:
  • Cáncer (más probable en el pulmón, la boca, la laringe, la nariz y los senos paranasales, la garganta, el esófago, el estómago, la vejiga, el riñón, el páncreas, el cuello uterino, el colon y el recto)
  • Cicatrización deficiente de una herida después de una cirugía
  • Problemas pulmonares como EPOC o asma difícil de controlar
  • Problemas durante el embarazo, como bebés nacidos con bajo peso, parto prematuro, aborto espontáneo y labio leporino
  • Disminución de la capacidad para saborear y oler
  • Daño a los espermatozoides, lo cual causa esterilidad
  • Pérdida de la vista debido a un aumento del riesgo de degeneración macular
  • Enfermedades de los dientes y las encías
  • Arrugas de la piel

Los fumadores que se cambian al tabaco que no se fuma en lugar de abandonarlo aún tienen riesgos de salud:
  • Aumento del riesgo de cáncer nasal o bucal
  • Problemas de las encías, desgaste de los dientes y caries
  • Empeoramiento de la hipertensión arterial y la angina

RIESGOS PARA LA SALUD DEL TABAQUISMO PASIVO

Aquellos que a menudo están cerca del humo de otros (tabaquismo pasivo) tienen un riesgo más alto de:
  • Ataques cardíacos y enfermedades cardíacas.
  • Cáncer de pulmón.
  • Reacciones súbitas y graves, incluso en los ojos, la nariz, la garganta y las vías respiratorias bajas.

Los bebés y los niños que a menudo están expuestos al humo indirecto del cigarrillo están en riesgo de:
  • Ataques de asma (los niños con asma que viven con un fumador son mucho más propensos a visitar el servicio de urgencias)
  • Infecciones de la boca, garganta, senos paranasales, oídos y pulmones
  • Daño pulmonar (funcionamiento pulmonar deficiente)
  • Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)

Como cualquier adicción, dejar el tabaco es difícil, sobre todo si usted lo está haciendo solo.
  • Busque apoyo de los miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo.
  • Hable con su proveedor de atención médica acerca de la terapia de reemplazo de nicotina y los medicamentos para dejar de fumar.
  • Únase a un programa para dejar de fumar y tendrá muchas más probabilidades de éxito. Dichos programas se ofrecen en hospitales, secretarías de salud, centros comunitarios y sitios de trabajo.

Riesgos de las drogas




CANNABIS
El cannabis es una droga que se extrae de la planta Cannabis sativa, con cuya resina, hojas, tallos y flores se elaboran las drogas ilegales más consumidas en España: el hachís y la marihuana. Sus efectos sobre el cerebro son debidos principalmente a uno de sus principios activos, el Tetrahidrocannabinol o THC, que se encuentra en diferentes proporciones según el preparado utilizado:
• Marihuana: obtenida de la trituración de flores, hojas y tallos secos, posee una concentración de THC entre el 1 y el 5%.
• Hachis: elaborado a partir de la resina almacenada en las flores de la planta hembra, tiene una concentración de THC entre el 15 y el 50%.
• Aceite de hachis: resina de hachis disuelta y concentrada, con una concentración de THC entre el 25 y 50%.

El consumo habitual provoca una serie de daños orgánicos y psicológicos:

• El hecho de fumarse sin filtro, aspirando profundamente el humo, reteniéndolo en los pulmones y apurándolo hasta el final, favorece enfermedades como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar o el cáncer de pulmón. Además, su efecto broncodilatador potencia la absorción de sustancias tóxicas.
• Altera el sistema cardio-circulatorio, provocando taquicardia, por lo que las personas con hipertensión o insuficiencia cardiaca pueden sufrir un empeoramiento de su sintomatología.
• Existen datos que indican que podría haber un aumento de la incidencia de depresiones y psicosis por el consumo crónico de esta sustancia.

El impacto psicológico del consumo de cannabis tiene una especial relevancia, dado que quienes lo utilizan principalmente son los jóvenes. Provoca dificultades para estudiar, al disminuir las funciones de atención, concentración, abstracción y memoria, obstaculizando, por tanto, el aprendizaje. Puede causar reacciones agudas de ansiedad y, en personas con predisposición a padecer trastornos mentales, puede provocar la aparición de estos trastornos o agravar los que ya se padecen.

Efectos a largo plazo

• Problemas de memoria y aprendizaje.
• Peores resultados académicos. Abandono prematuro de los estudios.
• Dependencia (7-10 % de los que lo prueban).
• Trastornos emocionales (ansiedad, depresión) y de la personalidad.
• Enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer.
• Trastornos del ritmo cardiaco (arritmias).
• Psicosis y esquizofrenia (especialmente en individuos predispuestos).
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El cannabis actúa sobre el sistema de gratificación y recompensa cerebral de la misma forma que lo hacen otras drogas, a través del estímulo de la liberación de dopamina. Por eso, el consumo continuado de cannabis produce adicción. La adicción aparece entre el 7 y el 10 % de las personas que lo han probado y en 1 de cada 3 de los que lo consumen habitualmente.

Síntomas de un trastorno por dependencia del cannabis.

• Síntomas de abuso o dependencia de cannabis
• Abandono del grupo de amigos no consumidores.
• Desinterés por actividades que no tengan relación directa con el consumo.
• Preocupación por disponer de cannabis.
• Uso compulsivo del cannabis.
• Problemas de rendimiento escolar o laboral.
• Irritabilidad, agresividad, inquietud, nerviosismo, disminución del apetito y dificultades para dormir, que ceden al consumir cannabis.

Cannabis y Psicosis
El consumo de cannabis puede dar lugar a varios tipos de trastornos mentales, entre los que se incluyen los trastornos psicóticos. Su consumo aumenta más de cinco veces el riesgo de padecer psicosis a lo largo de la vida. Cuanto antes se comienza a consumir y más frecuente es el consumo, mayor es el riesgo.

COCAINA
La cocaína es un potente estimulante del sistema nervioso central y una de las drogas más adictivas y peligrosas.
Se trata de una droga que se obtiene a partir del procesamiento químico de las hojas del arbusto de coca Erythroxylum coca. A finales del siglo XIX, se consiguió aislar el principio activo contenido en estas hojas y surgieron diversas formas de consumo de la cocaína (esnifada, fumada, inyectada, etc.) que producen efectos más rápidos e intensos que la hoja mascada y por tanto aumentan el riesgo de desarrollar adicción y dependencia.

Existen diferentes preparados a partir de esta droga:

• Cocaína en polvo o clorhidrato de cocaína. Es la forma habitual de presentación de esta sustancia en España. Se suele consumir esnifada (aspirada por la nariz) y tiene unos efectos casi inmediatos que duran entre 2 y 3 horas. Aunque menos frecuentemente, también se usa por vía inyectada, en ocasiones mezclándola con heroína, lo que da lugar a un producto que los consumidores denominan speed-ball (pelotazo).
• Basuko o pasta de coca: Es sulfato de cocaína y se fuma mezclado con tabaco o marihuana. Su consumo en España es minoritario.
• Crack o cocaína base: Se consume fumada y su efecto es rápido, intenso y breve. Es muy adictiva, aunque su consumo en España es también minoritario.

Efectos inmediatos:

• Euforia y sensación de aumento de energía.
• Disminución del apetito.
• Estado de alerta y falsa sensación de agudeza mental.
• Aumento de la presión arterial y el ritmo cardiaco.
• Contracción de los vasos sanguíneos.
• Aumento de la temperatura corporal.
• Dilatación de las pupilas.

A medio y largo plazo

• Problemas físicos y psicológicos además de adicción.
• El consumo habitual afecta al funcionamiento cerebral y puede provocar trastornos psíquicos como ideas paranoides (de persecución, de grandeza…) o depresión, y desencadenar cuadros de psicosis y esquizofrenia.
• Provoca daños muy importantes en los sistemas circulatorio y respiratorio y complicaciones neurológicas y gastrointestinales.
• En el caso de inyectarse puede provocar reacciones alérgicas a la propia droga o a algunos de los componentes con los que se adultera, así como enfermedades infecciosas asociadas a la vía endovenosa (VIH, hepatitis, etc.).
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La dependencia de la cocaína es una de las más intensas. La supresión de su consumo tras un período prolongado da lugar a un fenómeno de rebote, caracterizado por somnolencia, depresión, irritabilidad, etc.

Riesgos y consecuencias del consumo

• Adicción.
• Alteraciones cardiovasculares y neurológicas: infarto de miocardio, hemorragias cerebrales y trombosis cerebrales…
• Alteraciones del estado de ánimo: cambios bruscos de humor, depresión, irritabilidad, ansiedad, agresividad…
• Insomnio.
• Impotencia, alteraciones menstruales, infertilidad.
• Paranoia.
• Alucinaciones y psicosis.

HEROÍNA
La heroína es una droga sintetizada a partir de la morfina, derivada a su vez del opio que se obtiene de la planta Papaver somniferum. Se incluye en el grupo de los opiáceos.
Se presenta originariamente como un polvo blanco, inodoro y fino que, dependiendo del proceso de producción, puede presentarse con otro color y textura..
La heroína puede fumarse, inyectarse o inhalarse por la nariz. Las dos primeras vías de administración son las de acceso más rápido al cerebro y, por tanto, las que producen efectos de forma más rápida. Muchos usuarios jóvenes se inician aspirándola por la nariz o fumándola, pensando, erróneamente, que de esta manera no se llega a la adicción. Sin embargo, a medida que el organismo se acostumbra a la droga y los efectos que produce se hacen menos evidentes, recurren a la inyección para obtener resultados más intensos, como los que experimentaban cuando comenzaron a consumir.

Efectos
• Flash (subidón), euforia, bienestar.
• Supresión del dolor.
• Náusea, vómito.
• Ofuscación de la mente.
• Depresión respiratoria.

La heroína es una droga altamente adictiva. Al principio, sus efectos son muy placenteros, lo que propicia una conducta de consumo continuado y repetido.
La supresión del consumo de heroína ocasiona la aparición del síndrome de abstinencia (conocido popularmente como “mono”). Se trata de un conjunto de signos y síntomas entre los que destacan: ansiedad, agresividad, midriasis (dilatación pupilar), lagrimeo, sudoración abundante, escalofríos, temblores, “piel de gallina”, diarrea, náusea, vómitos, embotamiento mental, hiperactividad locomotora y dolores articulares.

El uso crónico de la heroína mediante inyección provoca la aparición de venas cicatrizadas o colapsadas, infecciones bacterianas de vasos sanguíneos, abscesos y otras infecciones de la piel y tejidos blandos, y enfermedades hepáticas, cardíacas y renales. Las complicaciones pulmonares pueden ser el resultado tanto de los efectos depresores de la heroína como de la mala salud del consumidor, que por sus hábitos higiénicos o estilo de vida condicionado por su adicción, es más susceptible de adquirir enfermedades respiratorias (bronquitis, tuberculosis, etc…).
Algunos de los aditivos con los que se mezcla la heroína pueden obstruir los vasos sanguíneos de pulmones, hígado, riñones o cerebro, y causar infecciones y lesiones muy graves en estos órganos.
Compartir las jeringuillas u otros útiles de inyección, así como mantener relaciones sexuales sin protección, provoca infecciones por virus como el de la inmunodeficiencia humana (VIH), los de la hepatitis B y C, etc…

Riesgos y consecuencias del consumo de heroína
• Tolerancia.
• Adicción o dependencia.
• Enfermedades infecciosas (VIH, hepatitis).
• Infección del endocardio y válvulas del corazón.
• Artritis y otros problemas reumáticos.
• Venas colapsadas.
• Abscesos cutáneos.

DROGAS DE SÍNTESIS
Es el nombre por el que se conoce a un amplio grupo de sustancias producidas por síntesis química entre las que cabe señalar el éxtasis, el GHB, la ketamina, el PCP o “polvo de ángel”.
En general contienen distintos derivados anfetamínicos o de otras sustancias que poseen efectos estimulantes y/o alucinógenos de intensidad variable, y que se encuentran en el mercado en diversas formas (pastillas, cápsulas, polvo, líquidos…) que pretenden resultar atractivas para los más jóvenes.
La fabricación en laboratorios clandestinos y el desconocimiento de su composición final, las convierte en especialmente peligrosas, pues los consumidores nunca saben exactamente qué están ingiriendo, por lo que sus efectos no son claramente previsibles.
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Éxtasis

Aunque son varias las sustancias englobadas en el término drogas de síntesis, la más popular es el éxtasis (conocido técnicamente como MDMA o 3-4 metilenedioximetanfetamina).
Se trata de una droga sintética, químicamente similar a la metanfetamina (estimulante) y a la mescalina (alucinógeno), aunque los efectos que produce no son claramente la suma de ambas.
El éxtasis tiene un efecto vigorizante y de aumento de la percepción a través de los sentidos, en especial del tacto, produciendo una sensación de bienestar, de cercanía, y de conexión con las demás personas.
No debe confundirse el “cristal” (éxtasis cristalizado) con el “crystal” (metanfetamina cristalina), pues son drogas distintas con efectos diferentes

Efectos inmediatos

• Sociabilidad, euforia, desinhibición.
• Incremento de la autoestima.
• Locuacidad.
• Inquietud.
• Confusión, agobio.
• Taquicardia, arritmia e hipertensión.
• Sequedad de boca, sudoración.
• Escalofríos, náuseas.
• Contracción de la mandíbula, temblores.
• Deshidratación.
• Aumento de la temperatura corporal o “golpe de calor”.
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El éxtasis puede producir, de forma inmediata, numerosos efectos adversos para la salud, desde náuseas, escalofríos, sudoración, visión borrosa o contractura involuntaria de los músculos de la mandíbula, hasta la muerte ocasionada por sobredosis.
Factores como la edad de inicio en el consumo, la dosis, la frecuencia, el uso simultáneo de otras drogas, así como otros factores ambientales y genéticos, son determinantes en la magnitud de los efectos crónicos producidos.
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Efectos a largo plazo

• Depresión.
• Trastornos de ansiedad.
• Trastornos del sueño.
• Ataques de pánico.
• Agresividad.
• Trastornos psicóticos.
• Flash back, con alucinaciones visuales o auditivas.

El éxtasis, como el resto de drogas, produce tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia. Así, alrededor de un 60% de usuarios reconocen haber presentado síntomas del síndrome de abstinencia que incluye, entre otros, cansancio, pérdida de apetito, dificultad de concentración, ansiedad y depresión y un 40% admiten haber experimentado síntomas de dependencia.

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